El proyecto Boxing (2002) de Pedro Mujica es una serie de fotografía analógica que aborda el boxeo como una puesta en escena de la tragedia griega. A través del uso dramático del claroscuro, las imágenes construyen una narrativa visual donde el destino del boxeador se presenta como una fatalidad inevitable, enmarcada en las tensiones del combate y en la estructura misma de la tragedia clásica.
En la tragedia griega, el héroe es una figura marcada por el destino, atrapado en un ciclo de lucha, gloria y caída. Del mismo modo, el boxeador encarna el arquetipo del héroe trágico: su cuerpo es el campo de batalla de su destino, y el cuadrilátero es su escenario. La luz y la sombra en las imágenes no solo resaltan la fisicidad de los combatientes, sino que también simbolizan la lucha interna entre la esperanza y la inevitabilidad de la derrota.
Autores como Roland Barthes han explorado la teatralidad de los deportes, destacando cómo disciplinas como el boxeo pueden leerse como un drama donde cada golpe y cada gesto tienen un significado más allá de la competencia. En este sentido, Boxing no solo documenta el deporte, sino que lo transforma en una poética del sacrificio y la resistencia.